martes, 6 de septiembre de 2011

Hola

Hola che, cómo estás? Nada, todo bien. Me preguntaba si no querrías darme un abrazo, viste? Ando medio asustada y me haría muy bien. Hace un par de días que pienso en cómo me tomarían tus brazos, te imagino, te pienso. Varias veces por día, sabés? Alguna vez te habrá pasado, no conmigo, ya sé, pero con alguna. Qué te gusta? El Che? Tenés cara de que te gusta el Che. Yo te gusto? No me digas, en verdad no quería preguntar. Dejá que me de cuenta solita, escondelo en tus ojos. Son de mi color favorito, te lo dije? No, ya sé que hablamos poco, pero estoy haciendo un gran esfuerzo. Me vas a besar algún día? No es que esté apurada, pero quisiera invitarte a jugar. Sí, ya lo notaste, soy ocurrente, impredecible, medio histriónica y tres cuarto histérica, qué se le va a hacer. Para mi la vida es inquieta y me gusta andarla feliz. Te aviso, nene, para que no te asustes: todo el tiempo corro, para todas partes aunque el tiempo sobre. Es la costumbre, o el temor a la muerte, no sé. De todos modos, ayudame a correr hacia vos, que del otro lado está oscuro y hace frío. Abrigame con tu nombre.

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