martes, 31 de mayo de 2011

No le quiero poner título, estoy enojada.

Sí, loco...
¿Qué te importa?
Soy judía.
¿Te da envidia? Tengo Historia.
No como vos
viejo imbécil
al menos fingí respeto.
Elegiste el peor insulto,
con las raices no se jode.
¿Son de acá tus abuelos?
Matate judía.
Matate vos, yo elijo vivir.

Paula

Intenté escribir cómo te imagino. Con dolor noté que no puedo darte forma.
¿Cuántos años tendrás? ¿Doce? Ya ni se.
Nunca te vi... Me hubiera encantado, al menos ya no serías otro espacio vacío. Quisiera tenerte en mi memoria, aunque sea un poquito.
No puedo decirte que sos importante, porque tu mundo hoy es otro.

Ojalá la duda te lleve a casa.

viernes, 27 de mayo de 2011

A Jai Rojel Lev Salman (mi amor)

No me vieron nacer,
mas yo los vi en tus ojos
aunque cerrados en sueño
llamando a tu madre al escondite.

Ya no hubo madre, ya no hubo muchos.
Ya no hubo nadie.

Hubo, sí, olor a muerte
carne pudríendose en pilas
en mil calles precarias.
Entiendo tus gritos de noche, hoy sí.

Hoy te entiendo y te amo más
te amo con horror, te amo con pena
te amo con la nostalgia de haber perdido a quien perdió todo,
y sin embargo me tuvo.


Ya no hubo madre, ya no hubo muchos.
Pero hubo lo nuestro, y fue grandioso. Gracias. 

Un 28 abatido

Otra noche igual, tipeando tarareo un tanguito de esos que improviso con el alma.
No es fracaso, sólo consciencia de ver al camino absurdo y al tiempo tirano cuando soy una puta demócrata.

Lo comento:
Hoy envejecí diez años.

Me voy a dormir, a ver si mañana me levanto tempranito y decido qué hacer con mi senectud...

IV

Tu espalda, tan sencilla,
la Historia cotidiana.
Tus manos son de arcilla
el trabajo, la mañana.

Tus ojos son verdades
de íntima paciencia.
Tu boca es tanto sabia
cuanto juega a la prudencia.

Tu cuerpo, todo un Todo,
esa suma de las partes.
Y mi cuerpo, aunque otro
cero de tus seis mitades.

martes, 24 de mayo de 2011

A R.D.

Camaradas: habéis de saber que tengo un pájaro azul en el cerebro, por consiguiente...
Rubén Darío

Hace un instante leí un poema de Rubén Darío (no el que cito, sería demasiado obvio, sino otro) y noté un especial énfasis puesto en ciertas palabras, palabras que usé hoy para escribir. Me siento unida a la Modernidad de pronto, más bien a su nacimiento. Más bien a él.
Recuerdo nuestra primer noche de amor: "A Colón" le pusimos, y sentimos lo mismo.
Hoy quiero soñarte para decir cuando amanezca "¡Oh inmenso azul! Yo te amo"

III

Tu aliento
el viento que llena mil pueblos
es lo cierto
es lo justo
es lo ameno
la razón primera de todo
es la tierra
es el polvo
es el tiempo.

No dejes de respirar,
que mis aves ya no alzan vuelo.

Victoria

La carrera es frenética corre corre hacia la nada y no le importa porque sabe que en algún momento va a tener que detenerse contra algo porque algo tiene que haber salvo que sea lo único de este vasto vasto mundo cosa improbable pero hasta ahora no se choca contra nada corre corre de pronto la pared corre corre cree que se choca pero no porque no existe corre corre la carrera y nadie la frena aunque ella quiera por favor ayuda que alguien me llame.
Victoria.
Pero esa voz no existe y la carrera sigue en silencio.........................

II

Roberto
Si fuera hombre, sería Roberto.
Uno de esos cualquiera, sería camionero.
Un camionero poeta.
Eso no es un cualquiera, 
un Roberto poeta no es igual a un poeta Carlos
y menos cuando Roberto es tan Victoria
y ser Victoria es algo tan importante.
Esta es la lección de hoy:
Ser Victoria es tan hermoso que la poesía sale
aún en el cuerpo de un Roberto.
De cualquier forma, una Victoria hace de lo común algo más bello.
Si fuera hombre, sería Victoria.

I

Miré a través del vidrio y allí estaba,
tu risa pueril cargada de oasis.

Me sumergí en tus aguas, que se hicieron lodo
ensuciando mi piel con la alegría
de tus pocos veranos.

No lo se.
Si el tiempo es oro te lo regalo,
yo siempre fui pobre y no tengo pretensiones.

Dame algo que tenga valor
pero que sea de tus manos.

Alejandra

Cada palabra dice muchas palabras.
Alejandra
dice en la noche, en el bosque
en el poema.
En el silencio. 
De tan necesario se vuelve obsoleto.
Quiero salir a la calle
desnuda
a gritar, palabras:
Dicen muchas palabras.
La gente te oye más si estás desnuda, nena
pero escuchan otras cosas
vos gritás incoherencias
y tenés la mente preñada.
A nadie le importa tu ideología, porque al fin y al cabo
no sabés ni en qué creer.
Mejor, piba
desnudate y no digas nada.
Las palabras tienen muchas palabras
pero tu cuerpo joven les quita la voz,
porque no sos Alejandra.



Si supiera escribir...

Si supiera escribir, te haría una poesía
pero no se, qué pena...
Tengo un error de ortografía cada mañana
y eso que paso las noches inmersa en la RAE.
Será que me equivoqué.
RAE. Rara, Atroz, Enferma.
Así no te puedo hacer una poesía
una de esas lindas
que suenan románticas con cualquier acento.
Con chileno, con paraguayo.
¿Alguna vez te hablé en chileno? Sí, recuerdo tu risa.
Todos ríen.
Ojalá rías el día que te haga una poesía,
pero ahora no.
Todavía tengo que aprender a escribir.

Vení

Ansiedad. Ansiedad. Ansiedad.
No se de qué.
Ansiedad. Repito palabras mariposas negras
mientras todo se pudre, todos se pudren, me pudro Yo. Yo.
Ansiedad.
El ritmo frenético me seduce
me quiero enamorar
lastimarte y romperte en pedazos
dispersar tus segmentos por el mar.
Ansiedad. No se de qué.
Tengo odio disfrazado de amor
contradicciones en cuatro idiomas
un laberinto circular sin entrada
una sociedad ágrafa hecha de letras.
Tengo ganas de tu abrazo,
tenerte cerca y matarte.
Despacito, como me matan siempre,
cada vez que soy buena.
No me hagas caso, soy una sofista.
Vení tranquilo, abrazame,
voy a dejar que me lastimes.

sábado, 21 de mayo de 2011

Es

El mundo es un conjunto de mundos. 
Y mi mundo vaga de conjunto en conjunto, porque no soy ni conjunto ni mundo. Ni conjunto mundano. 
Soy algo que es, como todo, pero de manera diferente. Algún día, tal vez, sea uno de esos tantos mundos y elija mi conjunto. 
Para ese entonces, ya no podrán reconocerme.

Noche

Realmente no se qué escribir, el sueño huyó hace rato y el aburrimiento me desespera. La noche antes me sentaba mejor, ahora es melancolía y no tengo ganas de seguir.
Poseedora de una mente en blanco pero asqueada de colores, miro a mi alrededor buscando inspiración, pidiendo ayuda. Me invade la contaminación visual, y aún así no puedo ver nada. No tengo ganas de ver, parece.
Si quisiera, sería fácil, con sólo una llamada. A vos o a esos tantos vos que andan por ahí. En mi vida son todos igualmente anónimos. No me importan (perdoná la crueldad) ni un poquito.
La indiferencia llega después del enojo, de la tristeza, pero con blancos diferentes. Es eso, te doy indiferencia porque mi Eros se escondió bien adentro para secar sus venas, bien bien secas y sin gritar. Pobre Eros, cierro los ojos y lo veo vomitando un Thanatos no tan freudiano pero más mío. Que no me hablen de las pulsiones, el inconsciente parece más ordenado que la realidad, ahí hay equilibrios, sistemas e interjuegos. Acá todo es arbitrario.
Los Minotauros de mi ciudad usan jeans y van por calles rectas, pero aún así me pierdo porque mi Ariadna se fue a comprar algo al kiosco. Debería avisarle que se inventó la moneda, pero no tengo ganas. Me voy a dormir, que se joda por anacrónica.
Buenas noches, Victoria (no a mi, sino a vos). Buenas noches.

viernes, 20 de mayo de 2011

Tercer ojo

Hoy me compré un tercer ojo, estoy emocionada. Tardé seis meses en ahorrar la suma, no tan elevada teniendo en cuenta el valor intrínseco de tener tres ojos cuando todos poseen dos.
Un escalón más.
Soy de la élite ocular.
Lo que todavía no se es qué puedo hacer con él. De hecho tampoco se qué es un tercer ojo, tendría que replantearme mi posición de víctima sumisa frente al Monstruo Marketing. Por suerte cuento con internet, la Madre Sabia del siglo XXI.
Madre, dime tu verdad:
"El tercer ojo, llamado también ojo de la visión etérea simbolizado en el cuerpo del unicornio (su cuerpo representa el cuerpo astral), es a veces activado por el delirium tremens de los alcohólicos, permitiéndoles ver los seres del bajo astral, y también se suele activar en niños menores de 7 años que a veces hablan de duendes y hadas."
¿De veras, Madre? No estoy segura de haber querido comprar esto, ahora al ponérmelo me relacionaría estrechamente con los alcohólicos y los niños de 7 años, o lo que es peor, con alcohólicos de 7 años, que hasta donde entiendo es ilegal y conllevaría inconvenientes que no considero de buen gusto desarrollar aquí. 
Con los unicornios y las hadas no tengo molestia alguna, pero los duendes son un ítem aparte. Todo quien me ha tratado brevemente conoce mi aversión hacia la gente de baja estatura, pseudo hombres como les digo yo... No son aceptados por el mercado, ni por la moda europea, ni por ninguno de esos anónimos que deciden las tendencias culturales de las clases superiores. Además se los relaciona con seres de dudosa existencia, como el señor obeso que se abriga en verano por algún motivo que sólo Hollywood y Coca Cola conocen, o la señorita del bosque que acepta manzanas de desconocidos... Creo que esos no son duendes sino enanos, pero para el caso es igual, chiquito es sinónimo de indeseable. Rechazado. Repugnante.
No, no tolero a los duendes, no quiero mi tercer ojo. 
Madre, ayúdame. 
Si no es élite ocular, que sea otra élite. Tal vez la cultural, tal vez la social.
Tal vez, el papel higiénico. Al fin y al cabo, no todos lo tienen...

domingo, 15 de mayo de 2011

Niké Singa

Hablaste de iluminar mi camino, del canto del mar...
A veces la luz no alcanza, aveces la voz del mar no canta nada
a veces son sólo gritos
a veces es silencio
tal vez no se trate de nombre, ni de cantar
sino sólo de estar ahí, esperando a ser nombrada
y así, poder nombrar
eso es el amor, el encuentro de dos voces
No me hables de Andro y Ginos mientras sangro en lo abstracto
No me digas que la única derrota es la muerte
cuando hoy desperté sin vida.
Te regalé ese poema de Alejandra
"Dile que los suspiros del mar
humedecen las únicas palabras
por las que vale vivir"

Mis palabras, me pediste

muchas son
música, risa, amor
colores, descubrimiento, lucha
abrazo, madrugada, caminata, juego.
Arte.
Me dijiste Niké, te dije Victoria y te enamoré.
Hice trampa, no me culpes
no intento lastimarte, sólo huyo del dolor.
Derrota, dejame en paz,
la noche es larga y ya nada me convoca.
Te estoy haciendo una poesía, León
no tiene métrica, te dije.
Es más libre.
Y a vos te pareció algo justo, qué alegría.

Revolución

Las 3:00 am y el despertador suena, estoy exhausto... Unos minutos más. 3:15, 3:30. Llego tarde.
En Canning y Corrientes a las 4:00, alguien debería decirle a Pedro que Canning no se llama Canning al menos desde que tengo noción de las calles. No es importante, de todos modos llego tarde, me voy a bañar.
El agua está fría y la calle seguro que está peor, todavía es de noche. Al menos me bañé a la velocidad de la luz, 3:45 y contando. No encuentro las medias, desde que Marina no está no encuentro nada (tomando la nada en su sentido más amplio). Qué más da, 3:50. Me voy sin medias y con el pelo mojado, tendría que ir a lo de Manolo a que me corte el pelo, estoy desastroso como pocos.
Corro las cinco cuadras que me separan de la esquina establecida y a lo lejos veo a Pedro, impaciente. Exagera, son las 4:05, no es para fruncir el ceño de esa manera. Me dice que llegué tarde, no le respondo. Silencio, caminamos hasta el bar San Bernardo sin mirarnos. Entramos, Claudio y Fernando juegan al dominó con una concentración admirable.
No tanto Claudio, pero Fernando es un hombre muy mental, me contó que es oriundo de un pueblucho cordobés, de esos que son discriminados por la memoria y muchos más. Un erudito, Fernando. Un erudito de pueblo, un renegado en busca de un futuro sino mejor, más emocionante. Y a mi me emociona verlo, tan concentrado, y él lo sabe. Me mira, me sonríe, me da el sobre, sigue jugando, me ignora. Me sorprende que no haya saludado a Pedro, que no lo haya mirado, ni nada. Igual, lo importante es el sobre y está en mis manos, que para el caso son las de Pedro también, y Pedro lo entiende. Por eso no intercede, por eso no frunce el ceño, por eso no mira. Ni nada. Al fin y al cabo, todos queremos la misma revolución.
Salimos del bar, silencio otra vez, no es seguro abrir el sobre en la calle ni en mi casa, donde las paredes oyen y Marina ya no oye nada. Vamos en taxi hasta lo de la tana, doce con treinta y dos, paga Pedro porque yo no tengo un peso.
La tana nos recibe ansiosa y con mate. Mate, en ese momento pienso en todos los tanos que toman mate y luchan por hablar en un porteño más o menos, y me da ganas de escribir sobre la violencia simbólica que Europa nos viene metiendo en el upite desde fin del siglo XV. Qué gracioso pensar en lo del mate, que sería algo así como una revancha de significados, cuando de momento gestamos una revancha tanto más cercana a lo real. Ni se imaginan...
Va a ser tremenda, va a ser palpable, el viento va a cantar un himno nuevo y la libertad ya no va a ser una utopía literaria. A Marina le hubiera encantado, lástima.
Le doy el sobre a la tana, le tiemblan las manos. Nos sentamos en algo que hace tiempo habrá sido un lindo sillón y el mate pasa a manos de Pedro. Abrimos el sobre, leemos. Las letras se unen para decir lo que queríamos leer, después de tanto tiempo, tanto esfuerzo. Tantas firmas ahí, ya no estamos solos, revancha real, revancha tremenda. Sobre todo ahora, que lo sabemos: somos la vanguardia, los que tienen una idea clara de lo que está pasando. Hablamos y fuimos oídos, todo va a ser diferente ahora que el pueblo latinoamericano, en una simple carta, manifiesta su adhesión al proceso de disolución de demagogia. El pueblo no puede más, ya no tolera. Ya no se aguanta esta pseudo democracia, nadie en Latinoamérica la tolerará más, el grito del oprimido va a ser el asesino del modelo maldito. Ya no más.
Quienes lograron quitarse la venda de los ojos están con nosotros, el resto es cuestión de tiempo y paciencia. Es duro no poder ver el mundo, vivir en la mentira que suplantó los espejitos de colores por la playstation y no se cuántas pavadas más.
Falta poco, ahora el tema es decidir el modo, si con armas o con libros. Yo siempre elegí los libros, no creo en las revoluciones armadas. Fernando y Claudio están conmigo, la tana y Pedro tienen un arsenal por si acaso.
De momento lo dejamos ahí, lo importante es que somos muchos y que el proyecto se ha puesto en marcha. estoy feliz, viva Latinoamérica. Mi casa está tan vacía, me voy a jugar al dominó.
Viva la revolución! Viva Marina! Viva la revancha...

jueves, 5 de mayo de 2011

Argentino

Con cuerpo de viento vuelo, 
por tu espalda  Mendoza. 
Tu cintura hecha Pampa
de poesía, de prosa.

Beso Labios del Estero
y me meto en tu Jujuy,
mi Córdoba romancero,
te amo de norte a sur.

Alzá tus brazos Misiones,
porque me quiero envolver.
Hacé de mí tu bandera
ayudame a florecer.

Tus dos pies Tierra del Fuego 
están hoy en mi memoria, 
posados sobre los míos
ambos somos Patagonia.

Quiero que me hagas tuya,
ser tu princesa hecha luz,
ser hierba, aire de campo,
cordillera y magnitud.
Quiero ser eterna noche,
tu lujuria y tu quietud.