lunes, 10 de octubre de 2011

XVI

Amasé tus ojos cual sendos templos
te dí mi aliento por si te faltara.
Mi energía activó tu cuerpo,
robé mil plumas y te hice alas.

Lo inherente al Ser traje a tu diestra.
Y en mi diestra no quedó nada, sólo el rumor del tiempo
que algún día precisaras.

Los libros sobre alquimia,
el saber de los no sabios,
la esencia de la vida,
la risa de mis labios.

Te hice monstruo, tan fuerte y grande
te hice suave, tan insondable
te hice amor.

 Te hice arte.

Hola, Monstruo!

Hola amor, volví. Te exxxtrañé mucho, mi monstruito :)
Acá estoy otra vez, como siempre, con mil cosas en la cabeza, con mil problemas, con mil miedos... Pero también con mil amigos, mil aventuras, mil buenas ideas y mil quinientas formas de jugarme y ser feliz.
Eso, más allá de los líos de la vida cotidiana, quería contarte - contarme que el otro día me senté en la puerta de casa, pensé en mí misma, y me di cuenta de que estoy muy orgullosa.
Este año aprendí muchas cosas, me jugué más allá de saber que podría salir todo mal, me divertí, tuve muchos logros, cambié. Y me gustó cambiar. Hoy me miro y me veo distinta, más grande, con menos vergüenza y despreocupada del qué dirán. Empecé esas cosas que hace tiempo miraba desde afuera, y hoy la protagonista soy yo. La protagonista de mi vida, suena muy bien. Ya no quiero un papel secundario, quiero vivir cada día con la certeza de que YO PUEDO. Todavía falta, todavía voy al Alicia con esa máscara que tan bien me sale. Pocos me conocen, creo que es hora de ser yo, y al que no le guste que se joda.
Victoria es maravillosa, Victoria lo sabe, y los que la quieren también, el resto no importa.