martes, 28 de junio de 2011

X

Su sangre hizo un sendero,
sendero florido
cual mariposa de tenue suspiro.

Ríos de espasmo,
luna encriptada
noche naciente y abandonada.

Risas de llanto,
llanto de nada
cuerpo yaciente de madrugada.

Todo era bello,
Zoe se ha ido
pero ha llegado muy raudo el olvido.

"Mi canción"

(Ahavá shelí, Shirli...)
Y nos topamos con una canción que suscita recuerdos, es un momento ineludible en la vida de todo poseedor de memoria emotiva. El instante fue hoy (y también otros, pero el hoy es lo que importa). Hay un mismo tema que remite a muchas cosas, a muchas personas. Y sí, a algunos los quiero más que a otros, algunos ya no importan. Pero vos sí, vos siempre importás.
La canción me lleva a otra, y así es como noto que nuestra historia llena mi mp3 y varias cosas más. Llenás mi vida, aunque suene cursi. Es más, me atrevería a subir la apuesta al cubo y decir que llenás mi historia, mis sueños y futuro. Que llenas mis noches, que llenás mi amor.
Hoy te canto y te pienso, porque cuando me miro al espejo (hoy y sólo hoy) se que te conozco.
Sos "Mi canción", sos mi amor.

jueves, 23 de junio de 2011

El muerto

El olor a podrido me revolvía hasta lo ajeno. No había dudas, estaba muerto. Muerto y diseccionado, que era peor.
Saltaba a la vista la creatividad del artífice, el cuerpo estaba dispuesto de tal modo que invitaba a la sonrisa, al aplauso por la metáfora. Un brazo en proceso de descomposición colgando del picaporte de la puerta de entrada, como si estuviera recibiendo a la muerte... Sería digno de un cuento.
El resto era un show de tripas, las había por doquier. Nunca vi tantas, a tal punto de imaginar no un muerto sino cuatro o cinco. El aspecto de los órganos internos sumergidos en la bañadera era un tema aparte. El agua, presumo caliente en su primer instancia, les profirió ese color de alimento precocido. A mi gato le hubieran encantado, aunque probablemente se hubiera intoxicado y muerto ahí, en esa misma bañera, lo que no cambiaría la escena ya lo suficientemente bizarra.
Lo único que me llamó la atención fue la carta de suicidio. Me pregunto aún hoy si la habrá escrito con el brazo que estaba al lado de la hoja, o con el que luego dejó en la puerta. O si fue antes o después de regar sus tripas por el suelo. Qué hombre inmundo, habiendo tantas formas de matarse...

jueves, 16 de junio de 2011

IX

Sí!
Al fin un texto sin melancolía!
(ups! La nombre... Esa no cuenta)
¿Cuándo fue que me dejaron de encantar las mariposas?
Antes eran mis favoritas y un día dejaron de serlo.
Creo que por eso no me gusta Neruda.
Me recuerda ese pasado que fue feliz, pero es pasado.
Hoy el presente me deslumbra
me enamora
me asusta y me divierte.
Sobre todo me divierte, pero con esa diversión vertiginosa.
Soy posmoderna.
Nombré a Neruda, ya no es un texto sin melancolía
y el presente me agobia
(mejor me pongo a estudiar, hace rato que esto no es poesía).

Ojos

¿Nunca te lo dije? Tus ojos me conmueven. No lo tomes como un halago, en realidad me pasa con todos, sobre todo si son café. En la mirada se guardan mundos, por eso tienen forma redonda (es como si el Cosmos hubiera sido creado en base a metáforas).
Siempre se quejan de que no miro a la gente a los ojos, pero es que todos tienen mundos privados. Sería irrespetuoso de mi parte hurgar en ellos. Díganme si quieren que sea irrespetuosa, porque yo un poco, tal vez, quiero. Eso sí, advertencia obligada: el sondeo de mundos es recíproco. Quien solicite uno debe estar dispuesto a pasar del mytho al logos (lo digo así porque mis ojos hablan griego, y cambian de color).
¿Querés? ok, te doy pautas: con respecto al color, no pienses que cambian por el ánimo, es algo inadecuado para el siglo XXI. Quedate con la ciencia y no te asombres, cambian por la luz y son una deficiencia genética heredada de la migración prehistórica. 
Si querés ver en mis ojos los estados de ánimo, recomiendo lo simple: si lloro, es porque estoy triste, si los cierro es porque estoy durmiendo, o fingiendo dormir, o muerta (o pestaneando, tené paciencia). Si sonrío con los ojos es porque se me cambió la boca de lugar, o porque me convertí en un cuadro de Picasso (estoy jugando, ya vas a ver que mis ojos sonríen y que no es tan abstracto como suena acá). 
Eso sí, te pido un favor: si mis ojos no sonríen, contales un chiste de gallegos (básico, pero efectivo). Es una buena llave para entrar a mi mundo, que tiene los colores con los que dibujaría esa música rara que escucho yo...

La Puta Madre

Si hiciera una poesía ahora mismo
se llamaría "La puta madre".

Y así se va a llamar,
aunque de poesía no tenga nada.
Aunque de poesía (yo) no tenga nada.

Voy a escribir lo que salga.
Sin prejuicios, sin miedos, sin rimas
ni contar las sílabas, ni cubrirme de los golpes que siempre llegan.
La puta madre (quisiera saber vivir).
Los odio a todos
¿Por qué los amo tanto?

El Monstruo Insondable

Tengo palabras que reitero, y no estoy segura de si es un brote joven de algo parecido a mi estilo o uno de esos vicios que me asemejan a una paciente psiquiátrica. Me siento loca, enferma y loca. Hablo de la noche porque ya no es mía y de pronto vuelve, me abraza, me ama, me desnuda y se va sin decir nada. Silencio, lo que dice todo en la nada y me deja llena de gritos con color de infancia. Gritar, me hace tanta falta que no puedo hacerlo, como una especie de histeria en la garganta. Garganta, tal vez la obstruya el peso de mi cabeza, tan llena de cosas que a la vez no es nada. Absurda, vacía y llena de basura, de luz y de sombras. Es una lucha medieval en que la luz es algo tan sacro y lejano que es como si nadie pudiera verlo. Yo tengo luz, pero no pareciera interesarle a la sociedad. Varias veces la mostré, pero no fue esto suficiente para que mi ser de metro y medio valiera la pena. A la gente le gusta más mi máscara, que es la sombra bien maquillada y vestida para el show. No señores, esa no soy yo, soy tanto amor que me odiarían. Y ese es el miedo: no quiero que me odien, por eso todos los días me despierto, maquillo mis sombras y guardo mi luz en un bolsillo, por si algún día aparece un valiente dispuesto a no odiarme.

viernes, 10 de junio de 2011

VIII

En la tele muestran pavadas que nos enseñan a no sentir.
Por eso no la veo.
Por eso siento tanto.
Me duele leer a Cortázar llorando al Che.
Los siento cerca a los dos, los siento adentro.
Los siento en la música cubana y en olor del papel.
En la libertad.
En la fantasía.
En lo real.
En las ideas dichas, escritas y actuadas.
En el mundo que el mundo no está listo para ser.
Qué ganas tengo de cambiar el mundo,
de despertar abrazando lo lindo y lo bueno.
Ver al hombre hecho Hombre, qué lindo sueño...
Tengo tantas palabras apretadas que se me tensan los dedos,
tal vez sea hora de ir a dormir, para planear en mi cama ese Mundo Mejor.

VII

La materia más inmunda
vomitando ironía,
poseés muy pocas cosas
salvo amplia osadía.

Te reíste de las flores
me quitaste mi asilo
te bañaste en loores
con mi reseco suspiro.

No tiene caso llorarte,
esto no tiene sentido.
No tiene caso soñarte
con inaudible quejido.

sábado, 4 de junio de 2011

VI

Cada beso es un mundo
un mundo chiquito
pero abarcativo
como un abrazo a la vida de todos.
El otro día recibí uno vacío
no tenía ningún mundo
o tenía uno y no lo vi,
o no quise habitarlo.

V

Quiero llorarte y no te puedo.

Se me obstruyen las venas con sal
y tu fantasma se caga de risa.
Perdón por ser grosera,
hace un rato extravié mi princesa.

Quiero llorarte y no te puedo.

Mi belleza se hizo vulgar
me siento asqueada de no se qué.
¿Viste cuando querés escribir y no te sale?
Ya no te lloro ni con letras.

Quiero llorarte y no te quiero.