domingo, 15 de mayo de 2011

Revolución

Las 3:00 am y el despertador suena, estoy exhausto... Unos minutos más. 3:15, 3:30. Llego tarde.
En Canning y Corrientes a las 4:00, alguien debería decirle a Pedro que Canning no se llama Canning al menos desde que tengo noción de las calles. No es importante, de todos modos llego tarde, me voy a bañar.
El agua está fría y la calle seguro que está peor, todavía es de noche. Al menos me bañé a la velocidad de la luz, 3:45 y contando. No encuentro las medias, desde que Marina no está no encuentro nada (tomando la nada en su sentido más amplio). Qué más da, 3:50. Me voy sin medias y con el pelo mojado, tendría que ir a lo de Manolo a que me corte el pelo, estoy desastroso como pocos.
Corro las cinco cuadras que me separan de la esquina establecida y a lo lejos veo a Pedro, impaciente. Exagera, son las 4:05, no es para fruncir el ceño de esa manera. Me dice que llegué tarde, no le respondo. Silencio, caminamos hasta el bar San Bernardo sin mirarnos. Entramos, Claudio y Fernando juegan al dominó con una concentración admirable.
No tanto Claudio, pero Fernando es un hombre muy mental, me contó que es oriundo de un pueblucho cordobés, de esos que son discriminados por la memoria y muchos más. Un erudito, Fernando. Un erudito de pueblo, un renegado en busca de un futuro sino mejor, más emocionante. Y a mi me emociona verlo, tan concentrado, y él lo sabe. Me mira, me sonríe, me da el sobre, sigue jugando, me ignora. Me sorprende que no haya saludado a Pedro, que no lo haya mirado, ni nada. Igual, lo importante es el sobre y está en mis manos, que para el caso son las de Pedro también, y Pedro lo entiende. Por eso no intercede, por eso no frunce el ceño, por eso no mira. Ni nada. Al fin y al cabo, todos queremos la misma revolución.
Salimos del bar, silencio otra vez, no es seguro abrir el sobre en la calle ni en mi casa, donde las paredes oyen y Marina ya no oye nada. Vamos en taxi hasta lo de la tana, doce con treinta y dos, paga Pedro porque yo no tengo un peso.
La tana nos recibe ansiosa y con mate. Mate, en ese momento pienso en todos los tanos que toman mate y luchan por hablar en un porteño más o menos, y me da ganas de escribir sobre la violencia simbólica que Europa nos viene metiendo en el upite desde fin del siglo XV. Qué gracioso pensar en lo del mate, que sería algo así como una revancha de significados, cuando de momento gestamos una revancha tanto más cercana a lo real. Ni se imaginan...
Va a ser tremenda, va a ser palpable, el viento va a cantar un himno nuevo y la libertad ya no va a ser una utopía literaria. A Marina le hubiera encantado, lástima.
Le doy el sobre a la tana, le tiemblan las manos. Nos sentamos en algo que hace tiempo habrá sido un lindo sillón y el mate pasa a manos de Pedro. Abrimos el sobre, leemos. Las letras se unen para decir lo que queríamos leer, después de tanto tiempo, tanto esfuerzo. Tantas firmas ahí, ya no estamos solos, revancha real, revancha tremenda. Sobre todo ahora, que lo sabemos: somos la vanguardia, los que tienen una idea clara de lo que está pasando. Hablamos y fuimos oídos, todo va a ser diferente ahora que el pueblo latinoamericano, en una simple carta, manifiesta su adhesión al proceso de disolución de demagogia. El pueblo no puede más, ya no tolera. Ya no se aguanta esta pseudo democracia, nadie en Latinoamérica la tolerará más, el grito del oprimido va a ser el asesino del modelo maldito. Ya no más.
Quienes lograron quitarse la venda de los ojos están con nosotros, el resto es cuestión de tiempo y paciencia. Es duro no poder ver el mundo, vivir en la mentira que suplantó los espejitos de colores por la playstation y no se cuántas pavadas más.
Falta poco, ahora el tema es decidir el modo, si con armas o con libros. Yo siempre elegí los libros, no creo en las revoluciones armadas. Fernando y Claudio están conmigo, la tana y Pedro tienen un arsenal por si acaso.
De momento lo dejamos ahí, lo importante es que somos muchos y que el proyecto se ha puesto en marcha. estoy feliz, viva Latinoamérica. Mi casa está tan vacía, me voy a jugar al dominó.
Viva la revolución! Viva Marina! Viva la revancha...

1 comentario:

  1. Regalo para Micaela Zamorano, que me regaló 5 palabras a cambio de esta humilde producción.
    Vanguardia
    Disoluución
    Futuro
    Revolución
    Libertad
    Espero que te guste, Mica!

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