martes, 2 de agosto de 2011

Criaturas

Por momentos el cuerpo ya no existe. Desaparece. 
Todo es pasión, es salvajismo, es tu aliento cubriendo mis sentidos, es el olvido de ese asunto loco de pensar y pensar (y pensar). Ya no hay probabilidades, no hay vergüenza, no hay temores. 
Sólo tus manos enormes cubriendo mi pequeñez, sendos sudores mezclándose y jurando cosas por un ratito nomás. Es sentirme segura en lo incierto, ser traviesa y querer jugar con tus secretos. 
Sos peligro, sos dolor, pero tan intenso que mi alma quiere vagar por tus sombras y llenarte de colores de adentro hacia afuera. Soy locura, soy amor. Soy joven y feliz, soy lo que te gusta. 
Tuviste muchos amores, pero ninguna como esta criatura por la que no sentís nada de nada. Te soy tan indiferente en lo cotidiano que me vuelvo indispensable en tu cama. Lo se, y lo uso a mi favor. Me desvisto lento, juego a demostrarte que si me voy no te queda nada, porque tu pasión está en mi piel, tu deseo está conmigo.

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